Apoyo a la salud mental de niños y adolescentes

Infórmese sobre las tendencias en la salud mental de los hijos y las formas de promover su bienestar.



Criar a los hijos puede tener sentido, ser agradable y gratificante. Aun así, criar y cuidar a niños y adolescentes implica a menudo una enorme preocupación. Tendemos a preocuparnos por la salud física de nuestros hijos, su rendimiento escolar, su comportamiento social y mucho más.

Muchos padres y cuidadores también se preocupan más por la salud mental de sus hijos. Queremos que nuestros hijos disfruten de la vida, se sientan bien consigo mismos y se recuperen de los contratiempos. Cuando nuestros hijos no prosperan, puede ser profundamente estresante.

Afortunadamente, los padres y cuidadores pueden desempeñar un papel fundamental en el apoyo a la salud mental de sus hijos. Ayudar a los niños a navegar por el cambio y obtener apoyo profesional cuando sea necesario puede repercutir positivamente en el bienestar de nuestros hijos.

Los problemas de salud mental de los hijos son comunes y van en aumento

Los típicos factores de estrés que acompañan al crecimiento (entrar a la escuela, la pubertad, etc.) entrañan riesgos para la salud mental de los hijos. Los niños de hoy en día también se enfrentan al estrés debido a las redes sociales, agitación política, desastres naturales y violencia escolar. Es probable que estos factores de estrés contribuyan a las alarmantes tendencias en la salud mental de los hijos.

Aproximadamente 1 de cada 6 niños padece una enfermedad mental en un momento dado, y las investigaciones sugieren que la situación puede estar empeorando. Por ejemplo, una encuesta de 2021 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades reveló que el 42 % de los adolescentes se sentían constantemente tristes y desesperanzados. En esa misma encuesta, alrededor de 1 de cada 5 adolescentes declaró estar considerando seriamente el suicidio. La angustia fue mayor en adolescentes lesbianas, gays, bisexuales, transexuales o no binarios.

Tiene sentido querer apoyar la salud mental de los niños. Es importante destacar que los trastornos mentales comunes como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la ansiedad, la depresión y los trastornos alimentarios son tratables. Cuando los padres y cuidadores toman medidas para abordar la angustia de los niños y los ponen en contacto con apoyo profesional, los niños tienden a recuperarse y a sentirse mejor.

Cómo ayudar a los niños a afrontar el cambio

Considere las siguientes acciones para promover una salud mental positiva mientras su hijo navega por el cambio:

  • Hable de lo que está cambiando. Pida a sus hijos que compartan sentimientos agradables y desagradables sobre lo que está cambiando. Comparta que lo que sienten tiene sentido dadas las circunstancias e invítelos a ser pacientes consigo mismos. Por ejemplo: “¿Qué es lo que te entusiasma? ¿Qué es lo que te causa nervios? Tiene sentido sentirse emocionado y nervioso dado….”.
  • Haga contacto regularmente. Inicie conversaciones regulares sobre pensamientos y sentimientos personales. Estas conversaciones pueden favorecer una relación de confianza, ayudando a su hijo a sentirse más cómodo compartiendo su angustia. Considere un juego diario, como “alto, bajo, búfalo”: cada uno comparte un momento destacado del día, un momento bajo del día y algo al azar (el búfalo).
  • Rebose optimismo. Busque lo positivo y exprese entusiasmo por lo que está cambiando y confianza en que su hijo se adaptará. Mantener una actitud positiva puede ayudar a su hijo a sentirse más seguro de sí mismo. Por ejemplo: “Tu nuevo profesor de matemáticas parece estupendo. Creo que también te gustará el álgebra”.
  • Favorezca el bienestar general. Cuidar todos los aspectos de la salud (física, social, etc.) nos ayuda a controlar el estrés. Haga todo lo posible por ayudar a su hijo a seguir una dieta equilibrada, mantenerse físicamente activo y dormir de 9 a 11 horas por la noche. Anímelos a equilibrar el tiempo frente a la pantalla con actividades en persona (citas para jugar, deportes, etc.). Apegarse a rutinas familiares (comidas familiares, etc.) durante los ajustes también puede ayudar.
  • Controle sus propias reacciones. Recuérdese a sí mismo que su hijo probablemente se adaptará, especialmente con su apoyo. Controlar su estrés a través del autocuidado también puede mostrar a los niños cómo controlar su estrés.
  • Esté atento a los signos de angustia. Los cambios de comportamiento o los altibajos en el estado de ánimo son típicos cuando los niños se enfrentan a los cambios. Puede ser difícil saber cuándo los comportamientos perturbadores de nuestros hijos justifican la preocupación. Aprender los signos de angustia puede ayudarnos a saber cuándo actuar.

¿Cuáles son los signos de angustia en los niños?

Si su hijo muestra signos de angustia durante más de unas semanas y su comportamiento es muy perturbador o molesto, considere la posibilidad de buscar atención médica. Pida ayuda inmediatamente si le preocupa que su hijo se haga daño a sí mismo o a otros.

Signos de angustia emocional:

  • Sentir mucho miedo o preocupación.
  • Lagrimeo frecuente, apariencia triste.
  • Falta de interés o motivación.
  • Frecuentes estallidos de ira.
  • Preocuparse mucho por su peso o apariencia.
  • Estar muy molesto por estar lejos de usted.

Signos de angustia en el comportamiento:

  • Problemas para prestar atención o permanecer sentado.
  • Empeoramiento del rendimiento escolar.
  • Ser agresivo, desafiante o destructivo.
  • Dificultad para llevarse bien o socializar con los demás.
  • Negarse a ir a la escuela o faltar a clase.
  • Hacer cosas que ha superado (orinarse en la cama, etc.).

Signos de malestar físico:

  • No duerme bien o duerme demasiado para su edad.
  • Dolores y molestias sin causa médica.
  • Cambios en el apetito o en la elección de alimentos.
  • Aumento o pérdida de peso no coherente con el crecimiento.
  • Problemas para levantarse de la cama.
  • Golpeteo excesivo de los pies o temblor de las piernas.

Cómo hablar con los niños sobre salud mental

Hablar con los niños sobre salud mental es importante, sobre todo cuando nos preocupa. Las conversaciones sobre salud mental pueden ayudarnos a entender por lo que están pasando nuestros hijos y cómo ayudarles. Considere las siguientes sugerencias para hablar de salud mental con su hijo. Puede adaptar el lenguaje a la edad y personalidad de su hijo.

  • Mantenga la calma. Mantener la compostura para no juzgar ni reaccionar con dureza puede ayudar a su hijo a ser más abierto y sincero. Respirar hondo antes y durante la conversación puede ayudarle a mantener la calma.
  • Exprese interés. Utilizando un tono amable, describa los cambios que ha notado e invítelo a compartir sus pensamientos o sentimientos. Por ejemplo: “Últimamente pareces estresado antes de ir a la escuela. ¿Tienes alguna preocupación?”
  • Escuche y muestre comprensión. Déle a su hijo tiempo para hablar sin lanzarse a dar consejos o a resolver problemas. En su lugar, dígales que lo que sienten tiene sentido y que no están solos. Por ejemplo: “Está bien sentir miedo. Yo también he sentido miedo y creo que otros niños se sienten igual”. Si su hijo no comparte de inmediato, puede que tenga que intentarlo varias veces antes de que se manifieste. Vuelva a intentarlo dentro de unos días.
  • Exprese amor y ofrezca consuelo. Mediante palabras y afecto físico, dígale a su hijo que lo quiere. A los niños puede preocuparles que tener dificultades decepcione a sus padres. Asegurarse de que su hijo sabe que lo quiere pase lo que pase puede tranquilizarlo.
  • Hable del apoyo profesional. Si está considerando la posibilidad de que su hijo reciba atención de salud mental, explíquele en qué consiste y cómo puede ayudarle. Comparar la atención a la salud mental con la atención médica puede ser útil. Por ejemplo: “Recibir atención de salud mental es como ir al médico cuando te lastimas o te enfermas. Los terapeutas de salud mental son como médicos para los sentimientos y pensamientos perturbadores. Los terapeutas nos ayudan a entender lo que nos pasa y nos enseñan cosas que podemos hacer para sentirnos mejor”.
  • Pídales su opinión y siga estando atento. Invitar a su hijo a compartir sus ideas puede empoderarlo y ayudarle a usted a apoyarlo mejor. Hágale saber que puede hablar con usted sobre su salud mental en cualquier momento y que seguirá pendiente de ellos. Por ejemplo: “¿Qué crees que podría ayudar? No pasa nada si no estás seguro. Puedes hablar conmigo de tus sentimientos cuando quieras. También me pondré en contacto contigo dentro de unos días”.

Consiga apoyo para su familia

Los socios de salud mental de Bajo el Sombrero pueden ayudarle a clarificar las necesidades de su familia y a identificar un plan de acción para que no tenga que hacerlo solo. Ofrecen una inscripción en línea sencilla, una combinación personalizada y tiempos de espera limitados para familias, padres y niños de todas las edades.